No podremos jamás sanarnos si no confiamos en nosotros, cuando la mente humana está en su naturaleza pura, neutra y natural, podemos salir adelante solo abriendo nuestro corazón, perdonando, amando.
Sólo llevando nuestra mente a su forma más pura, vamos a sanar cualquier tipo de enfermedad, ya que cuando estamos tranquilos, relajados, la enfermedad también baja su intensidad.
Mientras más simple pensamos, más simple vivimos.
Un corazón anudado, con muchas emociones, complicado, difícil de entender, siempre será un corazón que le cueste amar, es por eso tan importante escuchar la voz del silencio, la voz del corazón, la voz de la existencia…
“Debemos dejar de pensar que la liberación es algo que se encuentra afuera, algo enorme que solo podremos lograr al momento de la iluminación. Podemos hablar de la liberación, escribirla, soñarla, pero si es que no aplicamos el concepto de la ‘liberación’ a nuestra vida diaria, en nuestras acciones diarias, en nuestra cotidianidad, no tiene ningún sentido”.
Es por tanto muy importante comenzar a actuar desde AHORA, comenzar a conocer nuestra verdadera esencia (la cual va mucho más allá de la identificación que tengo con mi historia, va mucho más allá de lo que me gusta o no me gusta, va mucho más allá de lo que CREO QUE SOY). Conocer nuestra esencia es comenzar a desatar nudos, es comenzar a iluminar esos fragmentos de nuestra personalidad que han permanecido ocultos, es abrir el corazón al perdón…
